Relatos

- A la Mujer Castillera -


Las Mujeres del Castillo venimos a Guadalinfo para poder aprender lo que de jóvenes no pudimos. 

Tenemos fé de saber aunque seamos mayores, la cultura es buena amiga y nos dá muchas instrucciones.

Nos atrae la alegría de saber un poco más y nos relaja la mente de tanta barbaridad.

Es la Diosa del saber, la cuna del entendimiento, es la desemvoltura que necesitan los tiempos.

Las mujeres siempre hemos sido un poco marginadas y ahora nos damos cuenta de que no sabemos nada y aunque seamos mayores nos atrae la sensación de aprender algo de lo que no pudimos y lo hacemos con dedicación.

Tenemos una maestra que es un regalo del Cielo, nos enseña con cariño, con dulzura y con esmero.

No se molesta por nada, está siempre alerta, que delicadeza para explicarte y que nobleza.

Por eso todas la queremos, la alabamos y la respetamos, ella es así y nuestro cariño se ha ganado.

Nosotras vamos cada día ya cansadas de la vida y los años pero queremos aprender como cuando ibamos a la escuela de Dª. Pepa y de Dª Isabel. Que tiempos aquellos cuando todo lo aprendias tan fácilmente, el encaje de bolillos, los bordados y las lineas de posiciones diferentes.

Que alegría de recordar pero que alegría también de haber llegado a estos años llenas de ilusión por la cultura y eso es un logro de mucho agrado.

Mujer Castillera, a ti te dedico mis letras, núnca te canses de leer y de aprender y no te sentirás núnca vieja.

Renueva tu mente cada día y dale gracias a Dios por la cultura que tengas en tu vida.

Filomena Rodiguez Rodriguez.